Las siguientes entrevistas han sido realizada para publicarse en los Boletines de la EMTG. Es una revista que da cabida a la reflexión, expresión o elaboración de aspectos en relación con la Terapia Gestalt por parte de los/as alumnos/as de la escuela, que ya han acabado o acaban de terminar su formación, y del profesorado. 

Francis Elizalde, compañero, amigo y maestro colaborador de la EMTG, es un gestaltista de pura cepa, de los de toda la vida. Psicólogo, formado en base bioenergética con Antonio Asín y más tarde con Juanjo Albert, Claudio Naranjo, Guillermo Borja… Esta entrevista salió publicada en el boletín del año 2005.

Conocí a Francis en unas jornadas de la AETG y desde el primer momento no me dejó indiferente. Coincidí de nuevo con él en un cumpleaños de un amigo común. Me pegué a él como una lapa, es como estar al lado de alguien con el corazón tan ancho como para caerte dentro y reparar heridas. Así que en cuanto Charo se lo trajo a Madrid a hacer “un año de corporal” pregunté a los míos y me dijeron “vete con Francis”. Así que me fui, me dejé en él y después de un año de aprendizaje y reparación a su lado me animó a hacer esta entrevista porque hay muchas cosas que quiero que me vuelva a contar:

 

Amor.- Francis, cuéntame esa historia tan bonita de cómo se hizo el mundo: 

Francis.- Por entonces, ellos dos eran lo único; hacían el amor y no había tiempo. Ni espacio. Ni materia, ni luz ni sonido, ni la posibilidad siquiera de que los hubiera. . Su cópula nunca había empezado: allí flotaban y en eso eran. Se miraban a los ojos mientras sus cuerpos se regalaban la dicha de provocar dicha en el otro. No tenían conciencia sino de sí mismos; ni tenían nombre, y aunque cualquier nombre les convenía, ella le llamaba Sakta y él le llamaba Sakti. Eran más que dioses: lo eran todo. 

De pronto ella se irguió, se desunió de su amante y, borracha de goce, se puso a bailar. Y aquello que era Uno Solo, explotó en tres: Ella, El y el Movimiento Inicial. Aquello fué el Big Bang, el Comienzo de todo. Él se quedó yacente, inerte y erecto: era el Principio Creativo, la Mente, el Falo. Y Ella bailó, se agitó, parió, sangró, bramó y adornó: El Principio Receptivo, el Yoni; y el Movimiento es la Forma. Y así nació este Universo ternario. Ella siguió bailando: su danza era suave, felina, cómica, feroz, rítmica y dislocada. Armó tal marimorena, tal vaivén, que en aquella nada preexistente produjo remolinos, vórtices, enrarecimientos de Nada, hasta que la Nada llegó a cuajar y a formar grumos de Espacio, de Tiempo, de Materia. 

Y desde entonces las cosas siguen así. Él yace inmóvil; ella, sigue nbailando y al mismo tiempo tras su baile, descansa adormecida. Y el Movimiento continúa, dieciséis mil millones de años después; de la visión de las nebulosas de estrellas y de los átomos, ¿no nos recuerda los jirones de viento que deja tras de sí la falda de una bailarina? . Pero, ¡Ay!, ella anhela a su amado y busca reintegrarse a aquel abrazo y así dejar de ser dos y volver a ser uno. 

¿Donde están ahora ella y él? Cada fragmento de lo creado, cada ser contiene en sí y expresa esta historia que te cuento. Así, los humanos, que somos como un mapa histórico de lo que ocurrió con aquellos nuestros Primeros Padres. En nuestra coronilla, y aún por encima de ella, yace Él, cercado por mil pétalos de loto; y en nuestra base, entre el ano y el sexo, en una breve flor de cuatro pétalos, se enrosca como una culebra la Sakti, descolocada, loca de las ganas de volver con su amado. El infinito espacio que les separa es nuestro cuerpo, y en él, se cuenta toda esta historia. Mira: sobre nuestro cráneo, el absoluto, la nada inexpresable, se coaguló y dió lugar a la luz -que sustenta la conciencia y tiene su sede en el entrecejo-, y esta luz se adensó y causó los pensamientos, las formas y las palabras, con sede en la garganta; y enrareciéndose más, el aire, sito en el centro del pecho; luego, el fuego, en el plexo Solar; el líquido, en el bajo vientre, y por fin la tierra informe, en el chakra raiz, el Muladhara. 

¿Me sigues? Cada uno de nosotros somos la historia del universo, y en cada uno de nosotros vive ella, y nos contagia su anhelo de fusión, nos hace sentir a veces que "vivo sin vivir en mí", y que "¡Tan alta vida espero!". ..Y es por eso que empleamos la vida en reintegrar nuestras partes disgregadas a la unicidad. 

Amor.-¿cómo te hiciste tú? Cuéntame de tu historia de aprendizaje. 

Francis.- Pues yo me hice...de rebote. Yo tenía vocación de geólogo, quería llegar a trabajar allá por el desierto del Gobi, pero terminé en Bilbao siendo librero. No me adapté muy bien, pronto me encontré asfixiado y necesité de ayuda. Oí hablar de Antonio Asín, un terapeuta peculiar, y a él acudí, y enseguida me enseñó la técnica de la Sofrología, y como un milagro, mi pánico se esfumó. Aquel encuentro fue decisivo en mi vida. Asín venía de fuentes singulares: la Bioenergética, el Zen, Gurdjieff, la dinámica de grupos, la pura Tercera Vía de la Psicología de los años 60 a 80. En él encontré alguien a quien admirar, a quien imitar, a quien seguir allí donde fuera... Resultó que no solo me ayudó a manejar mi pánico, sino que me mostró todo un camino de autoconocimiento. Con él asistí a decenas de grupos y conocí a todo un plantel de buscadores. En su momento, realicé mi primera Formación como Psicoterapeuta, en "Bioenergética y Dinámica Grupal". Más tarde me formé en Gestalt en una de las primeras promociones, con Paco Peñarrubia, Ada Lopez, Albert Rams, Angeles Martín, en fin, la crême de la crême. 

¿Qué hice con todo aquello? Por supuesto, me porté como un buen paciente neurótico, es decir: hice una transferencia brutal con mi terapeuta, interpreté a mi manera lo que se me decía y adopté posturas contrafóbicas extremas, con el resultado de que todo continuó como siempre menos mi autoestima, que definitivamente se fue al traste. Pero al mismo tiempo, gracias al cielo, desarrollé un sólido trabajo de auto-observación. Con el tiempo mi Librería Paradiso agonizó como proyecto, y por pura necesidad de encontrarme una salida profesional estudié Psicología, sin mucha ilusión y sin ninguna fé en mí mismo. Pero, sin darme cuenta, yo iba madurando. Conocí a Claudio Naranjo, y mi andadura cobró a la luz de su trabajo un nuevo sentido. Por aquellos tiempos sucedieron las dos Semanas de Alicante -un semillero glorioso de ideas y de contactos interpersonales- y los inolvidables SAT en Babia. Y yo fui mirándome y viéndome mirándome en los ojos de los demás -de los compañeros de aventuras, de Ana Zamakona, compañera por partida doble, y de los nuevos conductores de los procesos: de Graziella Figueroa, Memo Borja, Claudio...- y aprendí a considerarme y a portarme conmigo de maneras nuevas y fructíferas. Y la psicoterapia se fue convirtiendo en mi principal herramienta personal: de indagación, de expresión, de relación... y mi fuente de divisas. Y hasta hoy. 

Amor.- Trabajando a tu lado tengo la sensación de que tu haces una suerte de Francis-terapia, explícanos, si se puede poner en palabras ¿en que consiste tu forma de trabajar

Bueno, mi propósito y mi pretensión -que coinciden- consisten en ser un transmisor fiel de lo que he aprendido, así que procuro ser un gestaltista, o un satero (que no es lo mismo pero es igual). Para ello me pongo como meta el aceptar las reglas y aplicarlas tan extensamente como ellas den de sí. Las Reglas del Juego, ya sabes; si quieres repasamos algunas: 

Experimentar es preferible a interpretar.

Nada "se supera"; todo se integra, (y solo así se transforma).

Apoyar lo genuino y frustrar lo egoico es la mejor manera de impedir que nuestra vida sea regida por visiones idealizadas -y por tanto irreales.

Si los prejuicios, las expectativas -o dicho a lo bruto: las teorías colisionan con los hechos, pasa de ellas y quédate con los hechos.

Me gusta dar a probar los platos clásicos de la T.G. La oración aquella de Perls de "Yo soy yo... y tú no estás en esta vida para cumplir con mis expectativas". ¿Te imaginas el impacto que puede tener la asunción de esos principios simplicísimos en, por ejemplo, la vida de una pareja? "¡Anda! ¡Acabo de darme cuenta de que Tú eres Tú, y de que no estás aquí para cumplir con mis expectativas!" ¡Dinamita pa los pollos!

Y la base-base: contra cualquier sufrimiento neurótico, aquí-ahora, aquí-ahora. Dar a gustar cómo son dos actividades que no pueden coexistir. Mostrar el fluir que se da, (que se da, no sólo "que se dice que se da") desde el aquí-ahora. Y luego están las reglas para el terapeuta: Honestidad, transparencia, apertura; interés genuino por el cliente, aceptación incondicional de su singularidad. Aceptar que nos mira y nos ve, y por lo tanto nos detecta y refleja nuestras limitaciones. No escamotear nuestros fallos le ayudará a la hora de no escamotear los suyos. La santidad del terapeuta torna a sus pacientes en devotos, pero la locura lo cura! Por lo demás, estoy entrenado en considerar en los trabajos terapéuticos el triple aspecto Intelectual-Emocional-Motor. Pensar-sentir-Hacer, una tríada que sólo da resultados fetén cuando los tres términos actúan coordinadamente. Supongo que eso se nota en mi forma de hacer...

Amor.- He visto tu blog “anoche cuando dormía” eres un apasionado de los sueños, ¿qué son para ti y que quieres?

Me parece que me gustan los sueños gracias a los Surrealistas más que gracias a la Psicología. Desde joven me gustaron las barbaridades que hacían y proponían aquellos poetas, di Chirico, Dalí y Buñuel, las imágenes de “un perro andaluz”, esas obras. No “querían decir” nada específico, pero de alguna forma limpiaban de rutinas mis creencias.

Cuando atiendo a los sueños, me siento abierto a lo inesperado. Y eso me encanta, la verdad. Y, a la hora de trabajarlos, el enfoque gestáltico también me encanta. Lo primero que leí acerca de los sueños fueron escritos de Freud, y, la verdad, no saqué nada en claro ni memoricé nada de aquello; por falta de preparación, por supuesto. Pero me ha vuelto a suceder cada vez que lo he releído; y lo mismo me ha sucedido con Jung. La impresión que tengo ante esas obras es la de hallarme frente a sabios ensimismados, plenos de autoridad, ante quienes me siento abrumado y de alguna forma intruso. Suelo abandonar su presencia sigilosamente y hasta hoy no he sentido otra motivación a la hora de volver a visitarles que la del ignorante que reconoce al erudito y se acerca a ver si algo se le pega.

El trabajo de la Gestalt me llegó muy de otra forma. Lo aprendí en grupo: Primero con Rams, con Ángeles Martín, y más tarde con Claudio Naranjo. Allí me sentía en presencia de un gran espacio personal, y trabajo tras trabajo asistía a creaciones tan inesperadas, libres y poderosas como los mismos relatos oníricos. Desde entonces sí que me he ido acercando a nuevos sistemas de abordaje y, la verdad, el gestáltico es para mí el más brioso y satisfactorio de todos, aunque algunas de las obviedades más manejables que tengo en cuenta a la hora de trabajar sueños las he encontrado en Karen Horney, en Erich Fromm y en Irving D. Yalom.

El Blog es otra cosa. Allí miro eso de que cada noche, cada uno de nosotros, crea con facilidad increíble parajes y hechos tan detallistas, tan bien rematados como el mayor de los poemas, y luego todo se viene abajo. Es un espectáculo maravilloso por sí mismo, y aquel mundo al que nos asoma lo llamamos los humanos “El Misterio”. Y no nos saciamos de ello; desde los primeros documentos escritos de que disponemos tenemos constancia de que miramos hacia ese Misterio incesantemente, movidos por las cuatro reglas de siempre: la esperanza y el miedo, la aflicción y la diversión.

Así que me gusta leer a quienes han querido comprender el mundo mirando en el espejo de los sueños. Desde los surrealistas hasta quienes escribieron la Epopeya de Gilgamesh. Unos aseguran que dormidos abrimos puertas para que nos posean entidades etéreas; otros, que es el futuro quien nos visita en sueños, y otros, que el pasado. Hay quien escucha la voz de sus difuntos; la de su Dios; la de Esculapio prescribiéndole remedios... Quien mira tan a su través que descubre el vacío esencial que nos sustenta. Quien todo lo cifra en la nostalgia; quien cree que en sueños nos la pasamos ensayando para mejor actuar despiertos; quien supone que en los sueños vertemos al vacío lo que nos sobra. Y muchas más visiones... ¿que si hay alguna que sea “la más verdadera”? ¡No, hombre, no, que eso nos lleva a “esto “o” aquello”; seamos gestaltistas: “Esto “Y” aquello”! Todas las voces juntas, y la mía también: Ese coro numerosísimo de personas diferentes en cultura, en época, en creencias, es el coro que a mí me gusta escuchar cuando me pregunto ¿Y Yo qué soy? De eso va el Blog, y así paso buenos ratos.

Amor.- Estás comprometido con Claudio y el SAT de educación, ¿nos puedes contar?

Llevo un cuarto de siglo trabajándome en la línea de Claudio. Hace 7 años fui invitado a este proyecto, que lleva por nombre “Transformar la educación para transformar el mundo”. Y ando en ello, ocupado en tareas diferentes: encargado de webs y blogs, impartiendo cursos y empujando junto con otros voluntarios para que el carro supere su propia inercia y en su movimiento vaya cogiendo velocidad y autonomía.

Claudio señala muy críticamente hacia la Institución Supernacional de la Educación. ¿Por qué? Otros detectaron grandes áreas atascadas que, en virtud de su misma situación de atasco, no solo frenaban el desarrollo, sino que dirigían -y dirigen- el mundo hacia el desastre: la semiesclavitud de los proletarios, la situación de las mujeres, el deterioro ecológico, el abandono infantil, la indefensión sanitaria en zonas pobres..Cada una de esas áreas está viviendo, años después, un difícil pero imprescindible trabajo de remoción

Claudio miró con atención y vió el Sistema Educativo como una inmensa masa inerte que ocupaba el lugar que debía ocupar... una verdadera educación. Vió una educación que desperdicia la ocasión de hacer despertar en cada cual la propia conciencia objetiva. Pensó: Todos pasamos forzosamente por la escuela. Necesitamos educadores que aprovechen esa increible estructura y que no soporten la inanidad de lo que se viene ofreciendo.

Los resultados reportados por los asistentes a 20 años de SAT le convencieron para ofrecerlos a los profesores, para ayudarles en su despertar. Su manera viajera de vivir le lleva a intervenir simultáneamente en diez paises europeos y latinoamericanos. El plan es difundir esas herramientas, para lo que se necesita: dinero con el que becar al profesorado, gente preparada que imparta la esencia de los cursos, educadores motivados que aporten su experiencia para mejor ayudar al gremio... La Fundación Claudio Naranjo nació para implementar esos recursos necesarios.

El mundo educativo, visto de cerca, es un potpourri, con gente motivada y gente quemada; mucha gente valiosa ya comprometida con proyectos que buscan alternativas al sinsentido; instituciones que huyen del fracaso galopando hacia una interminable complicación burocrática; y educadores ganosos de atención personal, capaces de terminar sus cursos y meterse entre pecho y espalda cursos, convivencias, Protos, Sats y lo que venga.

El fin es promover en todo esto una Transformación. La partida será larga, y se jugará en muchos niveles: las instituciones, la filantropía, los colectivos... Mucho por aprender, mucho por hacer. ¡Qué magnífica ocasión para seguir trabajando sobre mí mismo!

FORMACIÓN EN TERAPIA GESTALT

Dirigido a estudiantes y graduados en Psicología, Medicina, Psiquiatría, Educación, Trabajo Social, Animación Socio-cultural y profesiones de ayuda.

CURSOS DE POSTGRADO

Dirigido a quienes, tras completar su formación gestáltica, deseen profundizar en aspectos concretos y adquirir conocimientos para la aplicación en su ámbito profesional

SUPERVISIÓN

Espacio de seguimiento, individual o grupal, dirigido a personas que desean revisar su quehacer y actitud gestáltica en el desempeño de su labor profesional (psicoterapéutica, artística, educativa, social, laboral)

Copyright © 2018 ESCUELA MADRILEÑA DE TERAPIA GESTALT. All Rights Reserved.